Páginas

viernes, 17 de mayo de 2013

ENTREVISTA A JOSÉ RIVERA VECINO DE VILLA LOS SAUCES,SU NOMBRE ARTISTICO.... YESICA LA INSACIABLE.

Su figura siempre se engrandeció frente a los luces, en ocasiones sobre un ring...en otras, sobre un escenario. La oscuridad también invadió en su vida, pero como buen boxeador supo asimilar los golpes bajos.



José “Mortadela” Rivera o Yesica La Insaciable -su nombre artístico-, no tuvo una vida fácil, fue abandonado por su madre cuando apenas tenía tres meses de vida.
Doña Simona Díaz le abrió su corazón y lo cobijó en sus brazos. Esta valiente mujer tenía tres hijos: Rafael, Mercedes y Griselda Rivera, “Ella siempre fue mi mamá y a Rafael lo adopté como papá. Siempre me llenaron de cariño y afecto”.
Le enseñaron a ganarse el pan desde pequeño, “A los 10 años trabajaba en un frigorífico y con la bicicleta de reparto me nació el entusiasmo por el ciclismo. Competí durante tres años y logré el campeonato salteño y también del Noa”.

Tuvo sinsabores que lo hicieron “trastabillar” en la vida. Estuvo privado de su libertad y hace menos de año volvió a mirar el cielo.

¿Tú primer gran amor fue el boxeo?
Si, en el año 1979 conocí a Luis “Frazier” Alvarez, un notable boxeador de la época. El me llevó al gimnasio del Salta Club. Fuí el primer campeón argentino amateur de mi provincia allá por 1984. Ese mismo año también recibí la medalla olímpica como mejor boxeador, que otorgaba diario El Tribuno. Logré medalla de bronce en el Latinoamericano de 1983. Realicé 85 peleas en el campo amateur.




¿Es verdad que el “Zurdo” Vazquez te cortó tu carrera profesional?
Mentira, yo dejé el boxeo por una mentira. Estaba invicto en ocho peleas del plano rentado, con definiciones antes del límite. En octubre de 1986, combatí con Vazquez. Yo lo tiré en el primer round; en el segundo asalto me conectó un golpe que me tiró a la lona, pero me repuse rápido. El árbitro no lo entendió así y me dio por perdida la pelea. En el vestuario me llenaron la cabeza y salí enojado a increparlo al árbitro; él me pegó una cachetada y yo le acerté una tremenda trompada. Luego, me dijeron que la Federación Argentina de Box me había suspendido por 18 meses, pero al tiempo descubrí que era una mentira, el ente rector del boxeo nacional no sabía nada de lo ocurrido. Eso me dio bronca y decidí colgar los guantes. “Guantié” con campeones del mundo: Pipino Cuevas, Gilberto Román y Wilfredo Benínez. Yo hubiera sido el primer campeón del mundo de esta provincia.

¿Tuviste participación en la guerra de Malvinas?
En esa época estaba en la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral, en Buenos Aires. Nos movilizaron pero no entramos en combate. En esos días me broté de odio. Con mis compañeros comprábamos golosinas en la cantina del cuartel y al abrir el paquete nos dábamos con cartas escritas por familiares de los chicos que estaban en las Malvinas. No soporté esta situación y cuando todo terminó, automáticamente pedí la baja.
¿También te operaste en el recordado programa televisivo Transformaciones?
Consideraron que yo era una persona popular y aceptaron operarme. Me acomodaron la nariz y me redujaron el badomen y la papada. El espacio era conducido por Karina Mazzoco.
¿Qué reflexión hacés de tu vida?
Fue una pelea interminable, tanto en la calle como en el ring. Cada etapa fue un round, algunas veces rebasó la alegría y en otras me pegaron bajo, pero me levanté y seguí combatiendo. No guardo rencores, soy un agradecido de la gente, en especial de mi esposa Marina Alvarez, a mis hijos Rafael Alejandro y Valeria, y a mi papá Rafael. Fueron mi motivación y mi sostén en mis días de encierro. Mi señora fue el mejor “rincón” que tuve en mi vida.


Yesica, La Insaciable le aportó picardía al espectáculo salteño



La faceta artística también fue importante en la vida de “Mortadela” Rivera. Aún con voz “blanca”, ya empezaba a soñar con los aplausos y las ovaciones.
“Mi placer era cantar música romántica, en especial de Los Angeles Negros. En la "decada del "90, actué a varios cabarets de la capital salteña.También hacía humor en mis espectáculos. Un día me pusé la peluca y empecé a cantar como mujer, causó tanto impacto en el público, que decidí inventar el personaje de Yesica La Insaciable. Esta es la mía...dije en aquel momento. Esto fue 10 años antes que aparezcan Los Sultanes. El primer disco lo grabé gracias a la gente del Auto Club Salta, que me dio el dinero para pagar el estudio”.
Es autor de varios temas de su repertorio, donde se incluyen: cumbias, cuartetos, cumbiones, marchas, tarantelas y chamamé. “También hago covers, pero yo los adaptó a mi estilo. Es un personaje que llega a todas las edades, que aporta picardía, sin llegar a lo atrevido. Además, es un artista solidario, de manera constante organizamos eventos a beneficio en escuelas y comedores de la provincia”.
Acaba de editar su octavo material discográfico titulado Fuego en mi corazón. “Incluí dos canciones de mi autoría: Mi abuela y Contragolpe; además, grabé Rabiosa, de Shakira, en ritmo de marcha. Lo completé con: Camisa azul, Nací para adorarte, Como caramelo, entre otros. Ahora, se vienen actuaciones en Santiago, Tucumán y una gira por Buenos Aires. Desde el regreso de Yesica a los escenarios, el público me acompañó de manera constante”.

La pesadilla

En lo mejor de su carrera sucedió lo inesperado...lo acusaron de homicidio y su vida se rodeó por cuatro paredes.
“Me quisieron asaltar y yo me defendí, eran varios. Me pegaron con algo contundente en la cabeza, que me hizo brotar la sangre. La gente que había en el lugar nos separó. Me llevaron al hospital y cuando estaba por hacer la denuncia por tentativa de robo, vino la policía y me dijo que había muerto uno de los muchachos, producto de una puñalada, y que yo era el principal sospehoso. Después de 3 años de estar procesado, me condenaron a ocho años de prisión. Jamás utilicé armas, siempre me defendí con los puños. El primer año de cárcel me la pasé llorando, no le deseo a nadie estar detrás de las rejas. Mi familia fue clave en la supervivencia y superación. Fueron 4 años de lucha constante”.
Su paso por la Unidad Carcelaria N§1 no pasó inadvertida, también puso su sello de “Mortadela”, ese hombre con guantes de acero. “Abrí una escuela de boxeo, que hoy lleva el nombre de Carlos Monzón.

AQUI TE DEJAMOS UN VIDEO MOSTRANDO LA FACETA ARTISTICA DE YESICA LA INSACIABLE





AGRADECIMIENTO www.diarioeltribuno.info

No hay comentarios:

Publicar un comentario